viernes, 10 de abril de 2015

Lo grotesco en la lucha libre



Por Federico Martínez Jaime


Un ejemplo de un hecho o un personaje grotesco en la vida cotidiana seria la lucha libre, es un fenómeno absurdo, anormal, impertinente o insospechado e incluso ridículo. Esto porque es un deporte de una forma de entretenimiento basada en un evento deportivo pero con más énfasis en un libreto dramático, humor o espectáculo que en una competencia atlética y supone combates irreales o inexistentes, que sin embargo se nos impone como una versión de algún aspecto de la realidad.

La Lucha libre profesional es un deporte espectáculo, que combina disciplinas de combate y artes escénicas, basándose en ellas para representar combates cuerpo a cuerpo, por lo generar tienen historias y rivalidades que enfrentan a los “técnicos” contra los “rudos” ofreciéndonos así una versión que es conversión o perversión de lo real. El combate es planeado y actuado por los mismo luchadores quienes llevan a cabo una coreografía de combate los cuales son a ras de lona, haciendo gala de llaves y golpes contusos, y están caracterizadas por sus estilos de sumisiones rápidas y acrobacias elevadas, así como peligrosos saltos fuera del ring, incluso se usan sillas metálicas y botellas de vidrio para simular lastimarse.


Dado que todo eso es una simulación, llega un punto donde se cruza el gusto y disgusto y en el que la tensión resultante no nos permitiría ir muy lejos por los caminos de la angustia o del placer.

La impostura de lo grotesco en las luchas hace guiños donde se encuentran lo terrible y lo gracioso, lo deforme y original, lo malicioso e ingenuo, lo raro y normal, etc. 


Entonces la lucha libre es un fenómeno grotesco en la vida cotidiana ya que nos hace entrar en una opinión de si lo que vemos es cierto o incierto, si es real o es nuestra imaginación.








No hay comentarios:

Publicar un comentario